Hace unos días, debido al accidente que sufrió mi Samsung Galaxy S2 y a mi fallida experiencia con el sistema operativo BADA con el Samsung Wave GT S8500, me hize con un ZTE Blade, un asequible terminal con Android.

ZTE Blade

El terminal tiene una relacion calidad-precio increíble ya que cuenta con una pantalla de 3,5″ con una resolución de 480×800 píxeles,512 MB de Ram y Froyo 2.2. El procesador, un Qualcomm ARM 11 a 600 MHz, potenciado con una GPU Adreno 200 GPU, no es demasiado potente si lo comparas con móviles mas punteros pero cumple.

Otra de sus bazas es que cuenta con un amplio soporte por parte de la comunidad de usuarios que nos asegura tener siempre las últimas actualizaciones de Android aunque no sea de forma oficial por parte de la compañía, que no se ha pronunciado al respecto aún sobre si actualizará a Android 2.3 Gingerbread.

Aunque como he comentado anteriormente, oficialmente el móvil cuenta con Android 2.2, pero gracias a la comunidad de desarrolladores he podido actualizarlo a Android 2.3.4 fácilmente.

Aunque la sensación después de usarlo varios días es buena creo que hay aspectos del móvil mejorables.
La calidad del sonido al usarlo como reproductor mp3 es muy mala, hasta he llegado a pensar que el altavoz está defectuoso. He probado canciones que en otros móviles suenan perfectamente y en este se escuchan con una calidad ínfima.

Por otro lado, la cámara, de 3,2 mpx, también deja mucho que desear, aún con unas condiciones óptimas, las fotos no se ven nítidas y tienen mucho ruido.

Y por último, la batería, este modelo monta una batería de 1250 mAh. Con un uso casual, alguna llamada, whatsapp, consultar el correo te llega a la noche sin demasiados problemas, pero al hacer un uso hardcore del móvil he llegado a agotarla en menos de 3 horas, únicamente navegando con 3g y usando el whatsapp.

Concluyendo este análisis, creo que es un buen móvil para gente que se quiere introducir en el mundillo Android o para gente que por diversos motivos necesite un móvil secundario.